Cuando no quieres algo
llega el destino
y te da dos tazas
para dejarte bien servido.
No quiero hacer caso a la gente,
no quiero escuchar a la razon...
solo quiero que hable mi corazon.
En dos mitades lo tengo
y creo que no lo entiendo.
Sé que no me convienen
pero no se van de mi mente.
Uno es caradura
y el otro no lo conozco
bastante para juzgarle.
Solo se que cuando veo la sonrisa del segundo
borra de mi todo mal recuerdo...
Cuando veo al primero
me remueve por dentro,
pero no soy dueña de mis actos
porque el amor te vuelve cegato.
Destino esto es lo que has querido,
me gustaria tomar la decisión oportuna
no quisiera elegir mal
y poder dejar marchar
al que pudiera ser el amor de mi vida.
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